La semana pasada acabe de leer el libro "Sonríe, Todo esta bien” de Juan Manuel Correal el cual recomiendo el 1,000%, sí, MIL% porque el hard reset que le puede hacer a uno en el disco duro es maravilloso, y lo mejor, uno no tiene que pasar por experiencias como las que hemos vivido.
¿A que hago referencia? Al simple hecho que en ocasiones se necesitan eventos mayúsculos para uno darse cuenta de la realidad. Y así como Juan Manuel lo expresa, Dios me mandó esto y GRACIAS a su plan tuve hace un año, cuatro meses y unos días un evento en el cual me encontré con la realidad que todo puede acabar en este plano así uno tenga planes de aquí a 100 años. Una persona perfectamente sana como yo, deportista (a medias, pero lo hacía), meditadora, hijo, papá y esposo le diagnostican ¡cáncer!.
Sí, duro escribir esta palabra y aún no me acostumbro, pero es una realidad que hasta hoy venía medio tapada con un velo claroscuro dependiendo de que tan cercano fuera el observador. ¿Por qué un velo? Porque ese miedo del que escribí en mi pasado blog me llevaba a medio decirlo porque… ¿qué tal que todo el mundo lo supiera?, ¿qué dirían?, ¿qué información le podría llegar a mis hijos? y lo peor de todo: ¿Quién me iba a contratar después? Pues bien, eso en este momento me importa mas o menos...... ¡CERO! Si bien ya sé con bastante certeza como lo trata a uno el entorno laboral cuando uno tiene este tipo de patologías, y tratando de ser objetivo, a uno lo ven como una “papa caliente” de la que se quieren deshacer, así como hicieron conmigo, obviamente siempre en un entorno de cordialidad, civilización y, sobre todo, “corporatividad”.
Por todo esto, es que hoy decidí exorcizar todos estos demonios a través de mis líneas, porque mi vida, como tanto digo, pero que a veces no aplico, es ¡ahora!
Desde que fui diagnosticado, uno como paciente comienza un proceso de análisis de posibles causas, de qué tratamiento tomar, de qué mejoras en la situación actual y futura, en la nutrición y en todo lo que pueda ser un detonante de una enfermedad degenerativa. Es ahí donde uno se da cuenta lo mal que anda y que no todo lo que uno cree sano, aunque les confieso, es lo mas rico, no es tan bueno para el cuerpo. Es así como también uno aprende nuevas cosas y tiene la oportunidad de no comer entero, de analizar los mitos o mas bien, de investigar y darse cuenta de la realidad que estamos viviendo. En este blog voy a hablar un poco de salud porque es el tema que quiero compartir y con el que soy más consiente desde hace más de un año.
En la vida todos estamos en la frenética carrera del estudio, los títulos, el éxito (¿dicho por quién?, ¿bajo qué parámetros?), el trabajo y la productividad lo cual nos trae unas consecuencias que no vemos y muchas veces por querer complacer a todo el mundo resultamos haciéndonos daño sin darnos cuenta. Todo esto para decir que la parte psicológica afecta a la parte física y tenemos que prestarle atención a lo que hacemos y darnos cuenta si realmente estamos felices con lo que hacemos y como lo hacemos.
Por otro lado estamos cada día bajo unas condiciones cada vez más adversas. ¿Adversas a quién o a qué? A nuestra salud. Para explicar esto voy a tomar un día común y corriente saliendo desde que nos levantamos.
En la mañana debemos estar supuestamente "descansandos", pero por el contrario nos levantamos diciendo, ¡es como si no hubiera dormido!. El cerebro no descansó, se la paso en los N problemas de la oficina, la casa, los hijos y otras cosas y es acá donde debemos aprender a apaciguar nuestros pensamientos. ¿Cómo lo podemos hacer? Por ejemplo, podríamos practicar yoga, meditación o la simple pero muy poderosa Oración nos ayudaría con un sueño mas relajante y reparador, que entre otras cosas, es el único tiempo destinado específicamente por nuestro cuerpo para llevar a cabo las reparaciones que necesita y es por eso que a uno le recetan descanso... y uno no hace caso porque se lleva todos los dispositivos electrónicos existentes para seguir conectado... el que diga que no, cuando está incapacitado, que tire la primera piedra.
Ahora siguiendo el relato, nos levantamos y derecho a la ducha corriendo, pensando en que vamos tarde, que los niños no se mueven y otra infinidad de variables con las que estamos desde su inicio programando el día de una manera negativa. Por qué en cambio no tomamos un tiempo para agradecer el nuevo día, respirar con calma, hacer unos ejercicios, una rutina de 10-15 minutos es suficiente para recargarlo a uno y dejarlo con pila para el día. Esto sería mejor que solo exigirle a un cuerpo que lo da todo por nosotros y que nosotros en retorno no le damos mucho.
Después de que estamos listos, en el mejor de los casos cuando no nos quedamos sin desayuno, desayunamos de afán y comemos cualquier cosa lo cual es un error ya que esta es la comida mas importante del día. Es importante arrancar el día bien como decían las propagandas de nuestra infancia y debemos crearnos la rutina de desayunar bien o en su defecto complementarnos con alimentos, malteadas o algo que nos nutra para evitar que nuestra azúcar se enloquezca para solo nombrar una de las cosas que se afectan.
En este momento aún no hemos pisado la puerta de la casa y en los casos no saludables ya tenemos encima, mala alimentación, sobre esfuerzo en todo nuestro cuerpo y arrancamos con stress.
Ya en la oficina o universidad llegamos y tomamos tinto, mandamos comprar buñuelos, almojabanas y/o empanadas y todo lo "bajamos" con una chispa de la vida. ¿Qué estamos haciendo en realidad? si bien la necesidad de esa falta de desayuno si se está viendo satisfecha, también estamos alimentando más nuestra gastritis, dañando nuestra azúcar y los colesteroles los estamos adobando un poco más.
Llega el medio día y ahí hacemos, des hacemos y no olvidamos de que el medidor de stress ya esta dos o tres marcaciones mas arriba. Las plazoletas de comidas a las que tenemos acceso no es que se caractericen por el buen comer aunque por ejemplo un buen emparedado de Sub Way (ellos no pagan por la cuña), puede ser mas alimenticio que otras cosas que comemos. En esta parte del día dejo a criterio personal que es lo que comen, pero lo que sí es cierto es que podemos escoger entre grasas trans (todos los fritos), excesos de glutamato y otros químicos (se encuentra en las salsas, colores alimenticios) y otras cosas nocivas a nosotros, o mas bien escoger un almuerzo más "sano", con frutas (pero que no sea de la barra de supermercado que ya están todas oxidadas y nos hacen mas daño), verduras, proteínas, jugos o la conocida limonada, por ejemplo.
Luego, regresamos corriendo a la oficina y en ocasiones hasta con llenura de todo lo que nos atragantamos, trabajamos el resto del día sea cual sea nuestra jornada y ya entrada la tarde o en la noche salimos todos a la carrera de llegar a casa mas rápido y enteros. El stress del día ya debe estar a tope (no olvidemos que el stress nos "oxida", osea se mete con nuestras células y las comienza a dañar) y cuando logramos llegar, con suerte vemos a nuestros hijos despiertos y medio comemos algo y esperemos que no sea algo dañino como comida de microondas, algo frito o comida rápida. Mas bien en este punto del día no nos caería mejor una pausa, hablar con la(el) esposa(o), rezar con los niños, enseñarles, arranquemos por ahí, leer algo diferente al trabajo o a la actividad diaria para de esta manera comenzar a desconectar el cerebro, pero dejándolo con temas calmados, placenteros y ahí si ver si tomamos la opción de ver televisión. Yo, personalmente ya no veo noticieros ni nada que tenga un componente negativo o sensacionalista que ponga a la loca de arriba a pensar mas de lo que debe. Mas bien lo que hago es relajarme, horizontalmente, y así entrar en un sueño profundo y reparador, oyendo el silencio, oyendo mi cuerpo y apaciguando mis pensamientos uno a uno.
Entonces después de que miro este resumen de un día en la vida de todos nosotros, me pregunto, ¿cual es mi misión?, ¿por qué estoy escribiendo hoy? Y la respuesta que me viene es la siguiente: tenemos la necesidad de crear conciencia, de decir lo que no nos dicen o lo que omitimos ver y decir porque es mas fácil o porque afecta nuestra popularidad. Si seguimos así, la gente que está a nuestro alrededor se seguirá enfermando y no sabiendo por qué, y el comentario será el mismo ¿le pasó esto siendo tan joven?
Y para cerrar este relato de un día en nuestra vida, tomo una frase de una canción de uno de los juglares del siglo XXI que bien dice... "Si quieres cambio verdadero, pues !camina distinto!" La vuelta al mundo-Calle 13.
Con todo esto en mi mente, con las vivencias de estos últimos 16 meses y con lo que ha llegado a mi camino, veo que todo lo que tenga que ver con salud, con un mejor vivir, es desde donde y por mi decisión, sin importar lo que piense el mundo, como puedo llegar a muchas personas y ayudarles en que se alimenten mejor, que tengan hábitos mas sanos y que se suplementen bien. La realidad es que cada vez hacemos menos por nosotros y hacemos mucho por el resto de cosas que nos rodean sin saber si se justifica porque no es claro que vayamos a estar en el momento que lo necesitemos o nos proyectemos si seguimos como vamos. Por lo anterior, tenemos que trabajar para que nuestro cuerpo y mente estén en condiciones optimas para que se defiendan de este entorno hostil o sorteen situaciones difíciles como por ejemplo una enfermedad degenerativa (estas van desde una simple gastritis, hipertensión, diabetes, colesterol alto, hasta un cáncer o un Parkinson).
La vida esta al frente de todos nosotros y lo único claro que tenemos es que hoy es noviembre 4 de 2013, son las 20:40 y la Vida es ¡Ya!
No hay comentarios:
Publicar un comentario