Estos últimos meses han estado llenos de pruebas, confrontaciones, introspección, reflexión, en fin, muchísimas cosas que todas al final del día lo hacen a uno temblequear y es ahí donde los cimientos como personas, nuestros decretos y nuestra FE se ponen a prueba... y por que digo FE, porque el miedo para mi es la antítesis de la FE y es este miedo el que ha estado atormentándome últimamente, pero también es al que voy a desterrar de mi YA, con este escrito, en este momento. ¿Por qué? Porque así lo decido YO y porque YO SOY.
El miedo se apodera de todo, de nuestro pensamiento, nuestras acciones, nos paraliza y no nos da espacio. Desde que se da este cambio en mi vida y cuando me doy cuenta que otros no lo aceptan, se sienten amenazados o nos se que interpretación darle, me veo en una situación donde puedo seguir luchando o mas bien veo qué alternativas tengo y las tomo como son y no tímidamente como lo hice en su comienzo. Para no dar rodeos, estoy hablando de mi salud y mi vida laboral para la que me he venido preparando y ejecutando por los últimos 20+ años. Hace unos meses, como se me ocurrió escribir esta semana, ¡me botaron al agua, literalmente, me mataron la vaca y se robaron mi queso! Y para rematar, yo estoy aún en proceso de mejora a nivel de salud y este es un proceso que también tiene unas fases de estabilización donde uno desearía que ya no hubiera nada, pero no es así y ante todo esto ¿qué puedo hacer? Pues bien, es ahí donde el actor principal de este escrito entra a trabajar. El señor miedo se apodera de todo y lo pone a uno a dudar hasta de como se llama. Ante esto las cosas ya no fluyen como antes, uno pierde esas falsas seguridades que uno tenía ya y que pensaba que estaban cimentadas en roca y no, era arena y ahí es donde comienzan también todas las preguntas, ¿qué voy a hacer? ¿esto esta cambiando para bien o para mal? ¿trabajar en algo que sale de la "preparación" es lo "aceptado"?, ¿qué es para lo que yo me preparé?, ¿es esa la única manera de salir adelante? y no falta el colectivo y lo que este piensa, al que uno le da mas preponderancia y es así como uno se sube sin darse cuenta a una pista de hielo en tennis y perdiendo el equilibrio fácilmente. ¿Qué camino cojo? y es en esos momentos donde decido cambiar mi pasado, pero de verdad, de pensamiento y de acción y siento que lo nuevo que estoy haciendo es lo que debo hacer. Debo estar muy pendiente de lo que mi cabeza piensa para no dejarla ir como una loca, sino enfocada, ya que por ejemplo, dos días después de que arranque este escrito, físicamente me sentí no óptimo y casi caigo en la espiral aterradora del miedo, en hacerme mil preguntas y cuestionar el milagro de la vida, que es el único importante para fines prácticos, ya que como dice mi hija, "¿sin vida no hay vida, cierto papá?". Es increíblemente fácil retroceder con una pequeña migaja que se le atraviesa a uno en el camino, pero no, esto es como un mentor dice: si uno tiene un sueño, la vida te probará. Y es esto exactamente lo que la vida esta haciendo y la respuesta es: ¡Acepto la prueba y hago todo lo necesario para pasarla con honores!
El miedo es poderoso y mas en estos tiempos donde la energía se esta haciendo mas densa, pero como todo, un pequeño rayo de luz es capaz de cortar la oscuridad mas negra y marcar el camino. Este miedo que siento es el combustible que debo usar para seguir por este sendero y salir airoso en todos los procesos que tengo abiertos. Y la decisión, es solo mía.
Hoy es Septiembre 23 de 2013, son las 21:50 y la Vida es ¡Ya!
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