En estos días, en compañía de personas que han marcado mi vida por su ejemplo y por lo que significan para mi familia, he logrado desconectarme un poco de la rutina que no nos suelta y menos cuando asumimos que no podemos hacer otra cosa diferente. Por otro lado la realidad es que al entrar en nuestro día a día, este nos va llevando sin darnos cuenta de todas las maravillas que tenemos alrededor, de la posibilidad de sentir, de oler, de oír, de degustar y de volver presente todo lo que damos por sentado y que ya simplemente no vemos. Lo cotidiano no es tan cotidiano, se necesitan millones de conexiones neuronales para sentir que lo está picando a uno un mosquito, a donde otros millones de conexiones hacen que la mano salga a espantarlo o en el mejor escenario a dejarlo como parte del paisaje.
Hace unos años, cinco para ser exacto, la vida me mando un mensaje claro y fue el de "suelta el control". Algo sencillo y que si uno lo mira desde afuera parece algo como sin mucha ciencia. Pero han pasado cinco años de este suceso y cuando volteo, muchas veces me veo nuevamente queriendo controlar a mis hijos, las situaciones cotidianas, comportamientos de personas que me rodean, situaciones de mi trabajo, el cual ahora, paradójicamente, tiene menos posibilidad de control que ningún otro que haya tenido antes, pero sigo actuando como si no me hubieran mostrado, hecho vivir y sentir que el control es una ilusión!
Ahora bien, no todo es palo, también he visto que ya soy capaz de reconocer cuando puedo soltar algo que quiero controlar y ver cómo se desarrolla la situación o la acción. Lo interesante es que el resultado es mucho mejor de cuando trato de hacerlo de la vieja manera. A nivel personal y más con las personas que amo y por las que decidí hacer lo que hago, es donde veo que el control per se, no aporta y si genera brechas que en momentos parecen infranqueables.
¿A que viene escribir tanto del control? Para mí es que este, es la manera como nos estamos esclavizando y afectando a los que nos rodean. Queremos tenerlo todo medido, perfecto, que no se salga de parámetros y es ahí, en el mundo real y más en la independencia, que cuando tenemos un sueño, arrancamos con fuerza y en los primeros obstáculos, nos caemos y más adelante nos derrumbamos al oír, no fuiste capaz, no era por ahí, no tienes lo suficiente y terminamos abandonando. ¡NOOOOOOOOOO! Hay que actuar diferente, como lo dice mi maestro R. McQueen, gira a la derecha para ir a la izquierda, ilógico pero ¡funciona!.... Por eso, deja de controlar y más bien enfócate, fija una línea entre tú y tu sueño y SÍGUELA! pon acciones a tus pensamientos y ¡YER*!
*Ya Está Resuelto